Hijo mío, debes desearme con todo tu corazón y tu alma. Debes aumentar tu fe, como los siervos de mi Hijo buscaban aumentar su fe. Recuerda las palabras que mi Hijo les dijo: “Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería”. Que haya palabras de alabanza en tus labios, que mi paz sea sobre ti y pueda yo sanarte. Te restauraré la salud y sanaré todas tus heridas. Por tanto, ábrete paso entre la multitud, pelea tu camino en medio del tráfico, y no permitas que nadie te detenga hasta que llegues a mi presencia. Ten hambre y sed de mi justicia, y yo te llenaré.
Leer: Lucas 17:5-6; Isaías 57:19; Jeremías 30:17; Marcos 5:27-28
Declaración en oración
Oh Dios, permíteme verte cara a cara para que mi vida sea guardada. Vengo a ti en medio de la multitud. Tengo más hambre de tu sanidad que de comida. Siento tu compasión por mí y sé que tú me sanarás. Me humillo delante de ti, oh Dios. Oro y busco tu rostro. Me alejo de mis malos caminos. Entonces sé que tú oirás desde los cielos y perdonarás mi pecado y me sanarás.
- Tomado del libro Declaraciones diarias para la guerra espiritual por John Eckhardt. Publicado por Casa Creación. Usado con permiso.
Leer: Lucas 17:5-6; Isaías 57:19; Jeremías 30:17; Marcos 5:27-28
Declaración en oración
Oh Dios, permíteme verte cara a cara para que mi vida sea guardada. Vengo a ti en medio de la multitud. Tengo más hambre de tu sanidad que de comida. Siento tu compasión por mí y sé que tú me sanarás. Me humillo delante de ti, oh Dios. Oro y busco tu rostro. Me alejo de mis malos caminos. Entonces sé que tú oirás desde los cielos y perdonarás mi pecado y me sanarás.
- Tomado del libro Declaraciones diarias para la guerra espiritual por John Eckhardt. Publicado por Casa Creación. Usado con permiso.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario