Mateo 5:8
En nuestro estado natural antes de renacer por recibirle a Jesús como nuestro Salvador, todos somos pecadores y rebeldes contra Dios. “No hay justo, ni aun uno.” Romanos 3:10. Pero cuando nos arrepentimos y renacimos por el Espíritu, nuestros pecados son perdonados, somos lavados en la sangre de Cristo, y la justicia de
Cristo
mismo, está puesta en nosotros. ¡Que bendición! Dios nos mira como
justos y limpios en Jesucristo. Esta es nuestra posición. Ahora bien,
Dios quiere que nuestra EXPERIENCIA de cada día, sea la misma que
nuestra posición. Hay cosas que evitar: Dios quiere que nos apartemos de
la suciedad omnipresente de este mundo; la fornicación, pensamientos
impuros, la perversión sexual, la mentira, la suciedad, las maldiciones,
y todas las cosas que componen este presente mundo. Esto es lo
negativo, o sea, las cosas que debemos evitar. Por el lado positivo,
debemos ser llenados del Espíritu, “Y la paz de Dios gobierne en
vuestros corazones,” Colosenses 3:15, y “La palabra de Cristo more en
abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda
sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos
e himnos y cánticos espirituales.”
Comentario por Francis L. Harris
Comentario por Francis L. Harris
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