Con Guardar Su Palabra

CON GUARDAR SU PALABRA


Una vez un hombre llamado David escribió:

¡Ojalá fuesen ordenados mis caminos, para guardar tus estatutos! (Salmo 119:5.)

Muchas veces creemos que debemos estar bien para buscar a Dios o entregar nuestra vida completamente a Él, por temor a ser rechazados o avergonzados, por el estado de nuestra vida. Luchamos todos los días, por arreglar algo de nuestro interior, y lo que logramos es coleccionar fracasos día tras día.

A Él no le importa tu condición, Él ve el trabajo que tiene que hacer en tí. No importa el estado en que te encuentres, HOY hay oportunidad para ti, solo trae ante su Presencia tu Corazón, y permite que Él lo repare como debe ser; no como tu quieres y en la forma que tu decides; sino como Él ya lo determinó.

¿Cómo hacer esto? A SOLAS CON ÉL, búscale aunque no tengas nada que decir, escoge tu el momento y se sincero con Él.

¿Con qué limpiará el joven su camino?
CON GUARDAR SU PALABRA. Salmo:119:9

fuente: artesparaelrey.com

 

¡Mi Dios está pasao!

Que tengas un lunes glorioso. Mi Dios está pasao es una frase que usan en Puerto Rico para expresar el hecho de que Dios se excede y sobrepasa a todas nuestras expectativas...oh si, Mi Dios está pasaoo!! Dios te bendiga!

Jesús es nuestra roca

Cuando el mundo se desmorona, Dios es la Roca donde podemos afirmarnos.

Oír la Palabra de Dios es esencial, pero hacer lo que Él dice es la clave para sobrevivir a las tormentas de la vida. Nunca es demasiado tarde para empezar a construir sobre la Roca.
—David C. McCasland

»Todo el que escucha mi enseñanza y la sigue es sabio, como la persona que construye su casa sobre una roca sólida. Aunque llueva a cántaros y suban las aguas de la inundación y los vientos golpeen contra esa casa, no se vendrá abajo porque está construida sobre un lecho de roca. Sin embargo, el que oye mi enseñanza y no la obedece es un necio, como la persona que construye su casa sobre la arena. Cuando vengan las lluvias y lleguen las inundaciones y los vientos golpeen contra esa casa, se derrumbará con un gran estruendo». ~ Jesús
(Mateo 7:24-27 NTV)